En el Rastro de Vergel se pueden vender cosas de segunda mano, antigüedades, artesanía, cuadros, coleccionables, etcétera.
Vendedores profesionales (ropa nueva, zapatos, bisutería, etc.) necesitan, por Ley, estar registrados como autónomos, o formar parte de una cooperativa, s.l., s.a., c.b., u otro tipo de empresa legal.
Es evidente que queda totalmente prohibido vender artículos que la Ley considera ilegal para su venta ambulante (animales, armas, comida sin licencia...); así que cosas robadas, estupefiantes, propaganda racista o discriminatoria; falsificaciones de marcas registradas y, en suma, todo lo que la Ley prohíbe.
Los organizadores se otorgan el derecho de no admitir como vendedores a las personas que ponen en venta los artículos mencionados.
Los puestos se reparten a partir de las 06.30h. hasta las 09.00h. Si, por causas mayores, un vendedor llega después de las 9.00h, puede obtener un puesto contactando con los organizadores. En ningún caso se admite la venta sin autorización previa de los organizadores.
Está prohibido dejar artículos en el recinto del rastro. Si un vendedor quiere desprenderse de sus cosas, se recomienda usar los contenedores de basura del municipio de residencia del vendedor, ya que ha pagado las tasas pertinentes de recogido de basura.
El vendedor respeta el entorno y a los demás vendedores. Si ocurra algún tipo de conflicto entre vendedores, los organizadores propondrán una solución que en el 99% de los casos soluciona la diferencia sin más ‘calentura individual’.
El ambiente del rastro de Vergel es de seguridad y de buen humor. Es un atractivo que resulta muy positivo a largo plazo, porque atrae a un público que se siente en armonía con este ambiente. En el año que existe el rastro en Vergel, ¡no ha habido ningún robo de cartera!
Todos podemos ayudar a mantener este ambiente agradable y mejorar ‘lo mejorable’.
Sugerencias, ideas innovadoras, propuestas… ¡bienvenidos!
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